¡ Hola a todo el mundo !. Para las personas que seguíais mi blog será toda una sorpresa que aparezca por aquí. Os cuento. Ya he terminado el Grado de Psicología de la UNED, y estoy a punto de terminar el Máster en Psicología General Sanitaria. Quiero hablaros hoy de un problema de salud mental que a veces se relativiza en nuestros círculos sociales e incluso se utiliza de forma superficial para referirse a alguna manía que tenemos, cuando en realidad es un trastorno que produce un gran sufrimiento a las personas que lo padecen. Este trastorno es el TOC- Trastorno Obsesivo Compulsivo. Pues sin más dilación comienzo.
PINCHA PARA VER EL VIDEO DE DAMIAN ALCOLEA
¿Qué es el TOC?
Cuando pensamos en el TOC, muchas veces lo asociamos con manías o con personas que “necesitan tener todo ordenado”. Pero el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es mucho más complejo, y reducirlo a una simple necesidad de limpieza o control no solo es inexacto, sino que también invisibiliza el sufrimiento de quienes lo padecen. Un trastorno obsesivo, compulsivo o no, es una enfermedad psicológica que se produce por un elevadísimo nivel de ansiedad. Esto se manifiesta en la aparición de pensamientos repetidos en torno a uno o varios temas. Si la ansiedad es más elevada se pueden llegar a producir actos compulsivos o rituales, ya sean conductuales o mentales, con el fin de contener los temores que producen dichos pensamientos.
Por tanto, para reducir las manifestaciones obsesivas, el primer paso es reducir esa ansiedad. Si la hiciéramos desaparecer la ansiedad podríamos llegar a hacer desaparecer las obsesiones.
Síntomas
- Obsesiones: pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos, no deseados y recurrentes, que generan ansiedad. Por ejemplo: miedo a contaminarse, a hacer daño a otros, o a que algo malo suceda si no se actúa de cierta manera.
- Compulsiones: conductas repetitivas (como lavarse las manos, comprobar puertas, contar) o actos mentales (rezar, repetir frases) que se realizan para aliviar la ansiedad provocada por las obsesiones o para evitar un daño temido.
Trastorno obsesivo “puro”
¿Qué son las Obsesiones?
Las obsesiones son pensamientos, imágenes o miedos que vivimos como intrusivos y que provocan malestar. Pueden aparecer de varias formas y llegar a ocupar todo el día. Podría haber momentos con niveles más bajos de pensamientos intrusivos por estar realizando distraídamente alguna actividad pero siempre estarán presentes.
Algunos temas recurrentes son:
- ¿Qué pensarán de mí?
- ¿Qué dirán?
- La culpa y/o el pecado.
- Contar/ordenar.
Cuando el TOC se manifiesta exclusivamente mediante obsesiones, estamos ante un trastorno obsesivo que podríamos definir como “puro”, para indicar que todo el proceso se desarrolla exclusivamente de forma mental, sin necesidad de actos y rituales externos (compulsiones) . Si también aparecen compulsiones o rituales, que responden a un mayor grado de ansiedad, estamos hablando de Trastorno Obsesivo Compulsivo. Es fácil confundir las etapas de un TOC, ya que muchas veces las compulsiones se manifiestan como exclusivamente mentales, mediante repetición o comprobaciones.
Obsesiones y Compulsiones: el Trastorno obsesivo-compulsivo
¿Qué son la Compulsiones?
Dada la ansiedad producida por las obsesiones, las personas con TOC buscan algo para aliviar el miedo constante, una tarea cuyo efecto se puede observar en poco tiempo, para sentir que al menos eso está en orden. Así aparecen los rituales o compulsiones. Sin embargo, estos rituales, en lugar de aliviar, pueden agravar el TOC y convertirse en una obligación que hay que realizar para evitar que pase algo negativo. Por ejemplo: “si no compruebo cinco veces que he cerrado el gas, explotará la casa”.
Las compulsiones son comprobaciones, rituales o gestos que la persona repite con el fin de neutralizar o reducir el riesgo de que pase algo negativo. Por lo tanto, las compulsiones ayudan a bajar la ansiedad temporalmente. El problema es que la persona con TOC suele necesitar cada vez más repeticiones para sentir el mismo alivio y/o para estar seguro que lo ha hecho las suficientes veces como para evitar el inminente peligro. Por otra parte, también es posible que la persona añada cada vez más pasos al ritual hasta que este le calme lo suficiente. Esto hace que la persona pierda mucho tiempo durante el día, lo que reduce su espacio para el disfrute, pero también puede tener consecuencias graves como llegar tarde al trabajo o no tener el tiempo para llevar a cabo las tareas diarias.
¿Por qué las personas con TOC no consiguen parar las
obsesiones y/o rituales?
Muchas personas con TOC (y también personas sin TOC), piensan que el problema que tienen, son las obsesiones y rituales. Sin embargo, las obsesiones y rituales son la consecuencia de un nivel muy alto de ansiedad. Es sólo la punta del iceberg, lo que podemos observar.
Por lo tanto, para curar el TOC se tendría que analizar qué es lo que está causando esa ansiedad. Para muchas personas con TOC la respuesta será “no estoy contento con mi trabajo, lo hago porque gano dinero, mis padres querían que haría esto, es más fácil seguir que cambiar”, “no expreso lo que realmente quiero-necesito-siento por miedo a lo que pensarán los demás”, “tengo muchísima energía, pero no la libero porque no sé qué pasaría si lo hiciera” o “lo que hago realmente no me apasiona, pero no me atrevo a hacer lo que me gustaría de verdad”. En consecuencia, muchas personas con trastorno obsesivo compulsivo viven una vida que no corresponde con quienes son de verdad. Esto no sólo implica mucha energía, sino también el hecho de no poder ser ellos/as mismos/as y no dejarse conocer de verdad, de no actuar con naturalidad y espontaneidad, de pensar en la vida en lugar de vivirla, de no dejarse conocer verdaderamente: al final, esto sería lo que causa tanto dolor a las personas con TOC. No obstante, muchas personas con TOC y también muchas terapias hoy en día se fijan en reducir los síntomas en vez de buscar la causa de la ansiedad.
Es necesario trabajar en la causa de la ansiedad, para que la persona se pueda llegar a liberar del TOC. Esto a veces requiere cambios importantes pero siempre lleva a que la persona sea más congruente con quien es, a que viva con más pasión y que haga las cosas que le apetezcan sin pensar tanto en el juicio de los demás.
Obsesiones más comunes
El contenido de un trastorno obsesivo puede ser muy variado. Hay multitud de tipos de obsesiones y además pueden ir cambiando con el tiempo, de modo que una persona puede tener primero una obsesión con uno o varios temas y en otro momento de su vida, con otros.
Tipos más frecuentes
- Obsesión por la limpieza
- TOC de celos
- Miedo a la muerte
- Miedo a hacer daño
- TOC de enfermedad
- TOC de pedofilia
- TOC de memorias falsas
Causas
No existe una única causa del TOC. Se ha relacionado con factores biológicos (neurotransmisores como la serotonina), psicológicos (estilo de pensamiento rígido o perfeccionista) y sociales (experiencias vitales estresantes). Como en la mayoría de patologías físicas o psíquicas, la genética predispone, pero no condena. Es decir, que se puede ser genéticamente vulnerable a desarrollar obsesiones y una tendencia a activar esta enfermedad, pero no necesariamente llegar a padecerla. Esta es la razón por la cual el TOC se podría curar o reducir de manera tan sustancial que ya no fuera un problema.
La incubación de lo que en un futuro será el TOC en el futuro se inicia, normalmente, en algún momento de la infancia o adolescencia. Las pulsiones, instintos y emociones expresadas en esos periodos de vida podrían ser la garantía de no desarrollar un trastorno obsesivo en el futuro.
Sin embargo, en esta etapa puede producirse una situación de estrés o traumática (acoso escolar, una situación familiar angustiosa, abusos psicológicos o sexuales, etc.), que generan miedo e inhibición. Ante esto, el niño podría aprender a reprimir sus emociones como una medida de seguridad. Aprender a controlar sus pulsiones naturales mediante el intelecto, casi sin darse cuenta. Comenzar a razonar qué hacer y qué no, a evitar relacionarse y a reservar su mundo interior sin compartirlo con nadie. O podría hacer lo que quiere, pero sintiéndose culpable, abandonando su verdadera personalidad.
De este modo, crea un bloqueo psico-biológico que, de no poder liberar, podría acabar generando una personalidad obsesiva y, en función de las circunstancias que le sucedan en la vida, algo más grave. Es decir, estos bloqueos podrían derivar en la aparición de un trastorno obsesivo o un trastorno obsesivo compulsivo, con la ansiedad como base de la aparición de obsesiones y compulsiones.
En la primera etapa adulta, podrían empezar a aparecer los primeros síntomas en forma de ideas obsesivas, rituales, incapacidad para realizar determinados actos. Aunque al principio muchos intenten disimularlo, puede llegar a apoderarse de ellos hasta que se vuelve imposible negar que tienen un problema.
El trastorno obsesivo se produce cuando a lo largo del tiempo la persona no ha encontrado ninguna vía de escape para liberar sus pulsiones, para desbloquear el sistema nervioso colapsado. La ansiedad y represión acumuladas le habrían llevado a un estado de tensión interna que daría lugar a lo que podríamos llamar una cárcel mental. Para poder salir de ella, habría que desbloquear las fuerzas primarias que se encuentran reprimidas.
Cuando el nivel de obsesión llega a su nivel más alto, estaríamos ante un trastorno obsesivo-compulsivo. En él, el individuo habría desarrollado una serie de rituales en la conducta o el pensamiento que sólo al ser realizados, le permitirían un cierto grado de tranquilidad durante un breve espacio de tiempo. Los rituales pueden ser mentales o conductuales. Por ejemplo: lavarse las manos muchas veces seguidas, poner un objeto en un sitio determinado número de veces, tocarse una parte del cuerpo en un orden especial, o simplemente hacerse una y otra vez esas preguntas que le generan miedo ( ¿Debería dejar a mi pareja? ¿He hecho o podría hacer daño a alguien? etc.)
¿Cómo se trata?
El tratamiento más eficaz combina:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), especialmente la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR): el paciente se expone gradualmente a las situaciones que teme sin realizar las compulsiones, aprendiendo que la ansiedad disminuye sin necesidad de actuar.
- En algunos casos, medicación (como ISRS) puede ayudar a reducir los síntomas.
- La psicoeducación también es clave: entender el trastorno permite afrontarlo mejor.
¿Qué no es el TOC?
Romper el estigma es fundamental
Hablar del TOC con respeto, informarse y evitar trivializarlo es un primer paso para crear una sociedad más empática y consciente. Si tú o alguien cercano está lidiando con estos síntomas, buscar ayuda profesional es una decisión valiente y necesaria. A continuación presento un caso ficticio como ejemplo de todo lo escrito hasta el momento.
Caso ficticio del miedo a contaminarse
A. es una mujer de 32 años, administrativa, que acude a consulta derivada por su médico de atención primaria. Refiere una intensa ansiedad diaria relacionada con la posibilidad de contaminarse con gérmenes o sustancias peligrosas. Esta preocupación ha ido en aumento durante los últimos dos años, y en los últimos meses interfiere notablemente en su vida personal y laboral.
A. describe pensamientos recurrentes e intrusivos sobre contraer enfermedades graves al tocar superficies sucias, utilizar baños públicos o estar cerca de personas enfermas. Estos pensamientos la angustian profundamente, y aunque reconoce que son irracionales, no puede evitar tenerlos. Como respuesta, ha desarrollado una serie de compulsiones, como:
-
Lavarse las manos durante más de 20 minutos tras llegar a casa o después de usar el transporte público.
-
Cambiarse de ropa varias veces al día.
-
Evitar dar la mano o abrazar a otras personas, incluso a familiares cercanos.
Estos rituales le quitan entre 2 y 3 horas al día, y han provocado aislamiento social, conflictos con su pareja y absentismo laboral.
Evaluación
Se aplicó la Escala Yale-Brown de Obsesiones y Compulsiones (Y-BOCS), donde obtuvo una puntuación de 28 (TOC severo). No presentaba síntomas psicóticos ni alteraciones del estado del ánimo significativas, aunque sí puntuaciones elevadas en ansiedad (evaluada con el STAI).
Diagnóstico (según DSM-5)
-
F42.2 Trastorno obsesivo-compulsivo con predominio de compulsiones de limpieza y evitación de contaminación.
Intervención
Se propuso una intervención basada en Terapia Cognitivo-Conductual con Exposición y Prevención de Respuesta (EPR). Las primeras sesiones incluyeron psicoeducación sobre el TOC y la naturaleza de las obsesiones. Posteriormente, se diseñó una jerarquía de exposición, comenzando por situaciones de bajo impacto (por ejemplo, tocar el pomo de la puerta sin guantes) y evitando realizar el ritual de lavado.
Además, se trabajaron creencias disfuncionales como la sobreestimación de la probabilidad de contagio y la responsabilidad exagerada de evitar daños.
En paralelo, su psiquiatra prescribió un ISRS (sertralina 100 mg/día) para ayudar a reducir la sintomatología ansiosa.
Evolución
Tras 12 semanas de tratamiento combinado, A. ha reducido significativamente el tiempo dedicado a compulsiones, ha retomado sus actividades sociales y manifiesta una disminución clara del malestar asociado a los pensamientos obsesivos.
Este caso refleja cómo el TOC puede ir mucho más allá de simples “manías” y cómo una intervención basada en la evidencia puede mejorar de forma notable la calidad de vida de quienes lo padecen.
¿Se puede superar un TOC?
Claro que si. Más allá de etiquetar como crónico el trastorno obsesivo o de basar el tratamiento enteramente en la medicación o en la reducción de los síntomas, se puede ir más allá para trabajar la raíz del problema, con el objetivo de solucionarlo.
Por ello, cuando una persona padece un trastorno obsesivo-compulsivo, se han de analizar las causas y trabajar para devolverles el instinto perdido, su valor y su capacidad de enfrentarse a sus miedos y tomar una posición ante la vida.
Se puede “entrenar” en la activación y focalización pulsional, a través del cual el paciente pasa por una serie de procesos vitales que le permiten empezar a poner en marcha aquellos aspectos bioquímicos y cognitivos que fueron bloqueados.
La parte más importante del proceso terapéutico llega cuando el paciente tiene que plantearse cuáles son sus verdaderos objetivos vitales y comenzar a luchar por ellos, en ocasiones comenzando a cuestionarse las creencias que le hayan inoculado a lo largo de su vida y comenzando a confrontarlas. Es aquí donde nos podemos encontrar las mayores resistencias. ¡ Pero merece la pena intentarlo !
Ref : Instituto Psicológico Internacional de Barcelona
¡GRACIAS A TODOS Y TODAS LOS Y LAS TERPÉUTAS!
Referencias bibliográficas
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5ª ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
-
Fuente principal para la definición clínica del TOC, sus criterios diagnósticos y sintomatología.
-
-
Clark, D. A. (2004). Cognitive-behavioral therapy for OCD. New York: Guilford Press.
-
Explica los principios de la terapia cognitivo-conductual y la exposición con prevención de respuesta (EPR) en el tratamiento del TOC.
-
-
Abramowitz, J. S., McKay, D., & Storch, E. A. (2017). The Wiley Handbook of Obsessive Compulsive Disorders. Wiley-Blackwell.
-
Obra de referencia que cubre etiología, evaluación, diagnóstico y tratamiento del TOC.
-
-
National Institute for Health and Care Excellence (NICE). (2005; actualizado 2020). Obsessive-compulsive disorder and body dysmorphic disorder: treatment. NICE Guideline CG31.
-
Guía clínica oficial con recomendaciones de tratamiento basadas en la evidencia para el TOC.
-
-
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2022). Clasificación Internacional de Enfermedades, 11ª revisión (CIE-11).
-
Incluye el TOC dentro de los trastornos obsesivo-compulsivos y relacionados, aportando criterios diagnósticos actualizados.
-
-
Piacentini, J., & Langley, A. (2004). Cognitive-behavioral therapy for children and adolescents with obsessive-compulsive disorder. In M. Hersen (Ed.), Evidence-based practice in child and adolescent mental health. Springer.
-
Relevante para enfoques específicos en población infantil y juvenil.
-