LO DEL ANCIANO CORTÉS. HASTA SIEMPRE.

BANCO DONDE PASABA LAS TARDES EL ANCIANO CORTÉS

Hola a tod@s

A toda persona seguidora de este blog que haya leído la entrada "LO DEL ANCIANO CORTÉS", debo decir, que el banco de la fotografía lloraría si pudiera, y yo, si me lo permitiera. 

Hasta siempre vecino. GRACIAS ANCIANO CORTÉS.

LO DEL COLMILLO

Pantomografía
Muy buenas a tod@s y perdón por el susto de la foto.

Lo primero, expresar mi agradecimiento a toda persona que me haya echado de menos.

Muchas gracias.



Os informo.
Ya llevo 98 páginas de mi nuevo libro. Se titulará "OPERACIÓN SARMIENTO".

Os cuento.
Supongo que reconoceréis la explícita sonrisa de la fotografía. Es la mía.
No podía dejar pasar la oportunidad de contaros algo. Hace unos treinta años más o menos, uno de mis colmillos decidió no pasar a formar parte de mi dentadura actual, y quedarse calentito y a salvo de agresiones externas, alojado en mi paladar. De niña, tenía una casa no muy grande pero acogedora, unos progenitores no muy cariñosos, pero entregados y buenos, un colegio no muy tolerante pero instructivo. Era una niña feliz. No comprendo por qué no quiso salir mi diente.

Hace unas semanas fui al dentista, para hacerme un simple empaste en una muela. Al percatarse mi odontólogo, en una radiografía, de la existencia de mi colmillo de reserva, me indicó que cualquier día podía hacer acto de presencia, y que debía vigilarlo por si acaso.

Y digo yo. Si no se atrevió a salir hace treinta años, ahora...según están las cosas...... dudo mucho que se atreva a salir, pero ... GRACIAS DENTISTA

LO DEL BLOG

Hasta pronto
Hola a todo el mundo.

¡¡¡ He terminado el libro que estaba escribiendo !!!!.

Por eso, y muchas otras cosas más, últimamente me ha sido imposible poder escribir en este blog.
Escribo esta entrada, para dar explicaciones.

Voy a deciros un hasta luego, porque aunque lo lógico sería pensar, que ahora que he terminado el libro voy a tener tiempo para poder escribir más en el blog, resulta que hay un pequeño problema, y es que ................................................. he empezado otro. En cuanto lo termine os lo haré saber. Muchas gracias a todos y todas por estar ahí. Muchos muchos besos.
GRACIAS LECTORES Y LECTORAS.

LO DEL RUIDO MISTERIOSO

Yo dormida
Hola a todo el mundo. La madrugada del viernes pasado, disfrutaba de un plácido y, desde que me convertí en mami, superficial sueño, cuando un sonido misterioso me despertó.
Abrí los ojos en la oscuridad, aunque parezca mentira, para poder oír mejor. El relativo silencio de una lluviosa madrugada, era interrumpido por un sonido que no podía identificar. Con la mente aún entretenida en activar el resto de mi cuerpo, intentaba encontrar el origen de mi repentina incomodidad. Clon,clon..............clonclonclon...........clon.....................clon................clonclon....clon......clonclon.......clonclonclon.
Sonaba a hueco. Era repetitivo. No demasiado fuerte. Intentaba dormir pero era misión imposible.
Totalmente desvelada, decidí averiguar el misterio.
El ruido venía de la calle, eso era seguro.
No tardé en darme cuenta, de que el tejado de mi casa, y el alfeizar plastificado de mi ventana, se habían aliado para no dejarme dormir esa noche.
Una persistente lluvia que llevaba varios días cayendo sin piedad, casi seguro, había provocado que una gota de agua, se fuera deslizando por el tejado, acumulando más y más agua en su camino, como si de una bola de nieve se tratara, y durante su caída hasta mi ventana iba cogiendo velocidad.
Al chocar contra el alfeizar, que actuaba como caja de resonancia, hacía un ruido amplificado.
No sin irritación, comencé a sopesar la opción de levantarme e intentar amortiguar el sonido. Cogí dos toallas, con la intención de intentar terminar con mi martirio. Abrí la persiana, abrí la ventana, y esperé el siguiente clon. Cuando identifiqué el punto exacto donde caía la gota, coloqué la toalla doblada, para amortiguar el golpe y así conseguir que fuera menos doloroso, tanto para la gota como para mí.
Cerré la ventana. Cerré la persiana, que actuaba de inesperada fijación para la toalla, y me metí en la cama. Por fín, el silencio reinaba en mi habitación. Sin perder más tiempo, cerré los ojos, y pude volver a disfrutar de mi placentero sueño. GRACIAS TOALLAS.